el anillo de boda perfecto

Elige el anillo de boda perfecto

Una boda es sinónimo de alegría, fiesta y jolgorio, pero también de solemnidad. Dos personas que se unen en matrimonio decidiendo así compartir sus vidas para siempre. Hay toda una liturgia en torno a la ceremonia. Estas ceremonias se celebran de una u otra manera en función del país donde se celebran, pero hay algo que no escapa casi a ninguna cultura: la alianza. Los anillos de boda tanto para hombre como para mujer y su intercambio en la ceremonia, constituyen, simbólicamente, la unión entre ambos cónyuges.

¿Qué anillo es el mejor para mi boda?

Es una pregunta un tanto complicada de responder. Dependerá de múltiples variables. En principio, sobre todo, tendremos que ceñirnos a un presupuesto más o menos ajustado, en función de nuestra solvencia económica y también del dinero que estemos dispuestos a gastar en el anillo. A partir de aquí ya podemos empezar a especular con otros aspectos o características relevantes del anillo. Lo normal es que el material de construcción predilecto, cuando hablamos de un anillo de ceremonia, sea el oro. En la actualidad existen multitud de combinaciones posibles, como el oro rosa u oro blanco, este último muy apropiado para un anillo de estas características y significado. Se recomienda prescindir de la plata, en tanto que sea posible, dado que las cualidades de este metal lo hacen mucho menos duradero en contraposición al oro. Los diamantes, si nuestro presupuesto es abultado, también resultan apropiados, no así otras piedras preciosas, dado que un anillo de ceremonia tiene que ser sencillo, sobrio, sin mucho artefacto, debe brillar por si mismo pero a la vez ser discreto. Otras opciones serían más propias para el anillo de pedida.

todo sobre los anillos de bodas

No hay nada escrito en gustos sobre anillos

Lo descrito anteriormente es una especie de pauta canónica no escrita, pauta que obviamente podemos obviar. En la actualidad las ceremonias ya no son lo que eran antes, y han dado lugar a multitud de rupturas con las antiguas tradiciones. Debemos considerar también qué es lo que quiere nuestra pareja. Dejarnos asesorar por su entorno para así poder construirnos mejor la idea de lo que sería el mejor anillo posible para este día tan especial. Tenemos que cerciorarnos también de que contamos con el tiempo adecuado para poder elegir y encargar el anillo sin que existan contratiempos que nos dejen el día de nuestra ceremonia colgados. Otro aspecto relevante para nosotros y sobre todo para el joyero es el tamaño del anillo. Debemos tener clara la medida exacta, con el fin de que esta no quede suelta o resulte imposible de poner.

Habitualmente se han usado anillos con forma totalmente redonda, siendo estos los más habituales. En la actualidad existen anillos cuadrados que para nada desentonan con el carácter solemne de una ceremonia. Son perfectamente válidos y se usan sobre todo con diamantes engarzados. Esta forma especial resalta la piedra sin perder ni un ápice de clase.

Hay gente que también opta por algún tipo de grabado. Esto viene siendo más habitual de un tiempo hacia acá. No sólo la fecha del enlace, también hay gente que opta por poner alguna frase bonita, que sea reconocible para la otra persona. El grabado obviamente se suele hacer por dentro, o en uno de los bordes, si hablamos de algo ya más desenfadado y vistoso. Los nombres y la fecha de la ceremonia, aun así, sigue siendo lo más demando.

Otras joyas elegantes

Los anillos de matrimonio no son las únicas joyas presentes en una ceremonia. Si la ceremonia se realiza por la iglesia, a menudo, el crucifijo o la cruz suelen estar presentes. Pueden estarlo en diferentes formatos, ya sea en colgante, pendiente o collar. El crucifijo simboliza la pasión de cristo. Si hablamos de un enlace matrimonial deben ser cruces discretas, de un tamaño pequeño, nada ostentosas, estas cruces más grandes quedan reservadas para clérigos. Lucir hermosas cruces en el cuello en forma de colgante o collar, o en la oreja, con una pequeña cruz que no cuelgue, es algo idóneo si nos decantamos por una celebración solemne en un tempo.

Estas también puede ser lucidas por los niños de arras o pajes de boda, así como por los padrinos.

Es un símbolo que nunca pasa de moda y que complementa de forma ideal con cualquier look, ya sea más comedido y discreto, sobrio, o más atrevido. La debe ser discreta, de oro, no muy grande y sin demasiado artificio. También, aunque no venga siendo muy habitual, en ocasiones, hay personas que debido a la forma tan intensa que tienen de vivir su fe, deciden incluir este símbolo en sus alianzas con el fin de sellar ante Dios su unión en sagrado matrimonio.

Sea como sea debemos no hacer tanto hincapié en el aspecto material de la unión matrimonial y disfrutar con nuestros familiares y amigos de este día tan especial que nos brinda la vida.